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miércoles, 1 de abril de 2009

¿A QUIÉN LE CUENTO MI CUENTO?

¿A QUIÉN LE CUENTO MI CUENTO?

Carta a las amigas

Sólo las lectoras y lectores de Stieg Larsson, y amantes de su protagonista, fabulosamente punk, Lisbeth Salander, entenderán mi título ¡EL FACEBOOK DE LOS COJONES!, que ya le he puesto a cinco relatos. Para los otros será una frase azarosa, salida de un mal gesto o el mal humor de un momento.
Pero para las devotas de “Millenium” será una expresión exacta, mientras ella, Lisbeth Salander, va rompiéndolo todo para continuar su lucha. Estar viva.

Yo también me cansé de escribir de sexo, hombres, todo el rato del pasado y de laputamadrequelaremilparióalamalditadictaduraargentina.

Y pretendo seguir los consejos de un famoso de la escritura que sugiere, que al escribir, hay que pensar en dos personas a las que una les dedica el texto. ¿Dos? Él eligió uno que leía mucho y otro que nada, para ampliar así el abanico de lectores que lo entendieran. A mí, me sale más bien, como idea, escribirle a mis afectos de aquí y de allá. De este lado y del otro del océano, traduciendo expresiones, si hiciera falta, para que todos puedan entrar, vivir, seguir.


Pero yo quiero contarle mis días a mi hermana Valeria, que suda literatura hispánica y latinoamericana para tener un trabajo fijo en Toulouse, y busca equilibrios entre Julia y Anaïs. La Vale lo que tiene de bueno es que es lectora voraz, como la madre, e igual a la hija, a la que hay que decirle:

–Julita, mientras se camina no se lee!

-Ah, bon. Contesta con indiferencia afrancesada, con sus vaqueros pitillo, como si fuera la primera vez que se lo dicen, mientras se hace la preadolescente top model.

Y Anaïs, que de la Nin no tiene nada, salvajea, corretea, y expresa su afecto con ganas, sin tapujos, con abrazos y besos babosos mientras se ríe chapurreando su argentino tardío, lleno de gracia, de puteadas, y de palabras prohibidas.

Y ésta super buena madre, mi hermana, lo que tiene de bueno, además, es que es un bocho, un cerebrito, una super inteligente sin saberlo, o si, tal vez un poco. Y también es honesta, dice lo que piensa, o a lo sumo, no lo dice. Pero la Vale es el resumen de todas las mujeres que quise como hermanas. Bajita, chiquita. En fin, mi hermanita.





Y quiero hablarle a Laura, que no quiere poner su identidad psicoanalítica en el Face, porque para los psicoanalistas es mucha exposición! E imagino que además de escuchar horas a sus pacientes, analizantes, perdón, y hacer malabarismos con sus hijos, aún se dejará su huequito ritual de estudiar y leer en los bares, de tener sus momentos privados, de soledad que fue compartida, de hablarse, hablarme y hablarnos.

-Y es ahí donde pretendo entrar, Laura! Pero tu bar no cabe en mi pantalla, no penetra en mi casa. Joder!

Laura siempre pareció pedante, sin serlo. Y yo que pasé infinitas horas semanales durante años, compartiendo alegrías y tristezas, sé que es humilde.
Y Laura es otra inteligente tremenda y se hace la que no lo es. Y en el fondo siempre pensó algo así como que le faltaba mucho y eso la volvía blanda cuando el lenguaje lacaniano se le escapaba, tiñéndola de soberbia. Luchó mucho para intentar hablar “normal”, pero los verbos “psi” se le escapan de la lengua y se mezclan con las patatas volviéndose una salsa indigerible.
Pero Laura siempre bajaba, se salvaba, se cuidaba, se volvía normal. Su miedo a la locura siempre la volvió normal.
La salvaba su sonrisa, amplia, fresca, inocente. Plasmada perfectamente en el rostro de su hija, con sus ojos celestes idénticos, gigantes, brillosos, y una sonrisa tan ancha que llegaba hasta las orejas. Y cuando trato de imitarla me duelen las mejillas, pero a Francisca le salía normal, sin dolor, y también a su mamá. Ese gesto tan duradero resulta inolvidable, la alegría de las ganas de vivir que Laura mezcló con su melancolía judaica. Y resultó en la amiga perfecta para compartir bellezas y amarguras.

Con esa Laura me quedo, convivo, con las de las largas horas de caminatas y bares en que arreglábamos tu vida y la mía y nos íbamos con la claridad, la solución, la buena idea y un nuevo camino a la vista. Mezclábamos tus pacientes con mis hombres, tus represiones con mis audacias, tus hijos con mis países, nuestros miedos con nuestros sueños, y salían diálogos poéticos, profundos, siempre aportando algún sentido, a lo que sea. Y salió esto, una amistad sin fin.
Sin nada.

Porque cuando logré convencerte del fax, ya existía el mail, y cuando te animaste a teclear, apareció el Messenger y la cam, y cuando vislumbraste el Chat, llegó el face.

Y ahora voy yo a pelearme para que te metas en el face!?

Laurita, se nos pasa la vida y nos comunicamos con qué….con el aire?





Y también pretendo contarle mi cuento a mi amiga Ceci, que con amor escupe mails cariñosos a veces, de tanto en tanto, y que trabaja y esquía en un pueblo de montaña y surfea la ola de su vida, remando, como siempre. Y yo que pretendo, no sé cómo acompañarla, estar ahí. No sé cómo, pero quiero estar. Y no conozco ni su casa, ni su pueblo, pero no es que quiero estar, tengo que estar ahí, con la Ceci, contándole mi cuento, mi vida, y escuchando pasmada la de ella, metiéndonos en las médulas de la otra como supimos hacerlo durante años de historia compartida en el zen. Y ahí estoy, por mail, Face, lo que sea, con esta amiga pequeñita, bajita. Pero como la punk de mi libro, experta en artes marciales, luchadora de la muerte. Pero la CECI, bella, cuidada, sexuada, con su push up estudiado, también baila. Ceci corre, va, viene y hay que buscarla. Y cuando el tango y la salsa dejan a los del otro género petrificados, mudos, atontados, ahí está ella.

Y es justo ahí donde con ellos paralizados, podemos aprovechar a hablar y reírnos sin ser interrumpidas, intercambiando secretos, noticias, maldades con cara de buenas. Y podemos seguir hablando tranquilas porque el push up, muy argentino de Ceci, deja fuera de juego, por un rato bien prolongado a ellos, franceses, desacostumbrados al erotismo porteño.




Y también le quiero contar, y a ésta sí le cuento, la cuento, le doy mis cuentos. Porque mi amiga Lexi, es una blogger experta. Es la que me metió en el face, después de pasar serias resistencias por mi parte, que como he visto, pasamos muchos, no sé si todos.

Y por esto, Lexi es sin tiempo, del presente, del pasado y del futuro, le hablo, la veo, veo sus fotos de cada día, leo sus textos, me lee el mío, comento sus hombres y ella mis delirios. Lexi, mi amiga de las noches, se volvió del día, del tiempo virtual, sensual, especial. Ella es un fenómeno arrojadizo, se anima, se arriesga, se juega con la vida y, escribe. Y nos escribe.

MI BLOG: http://lexi-continuamente.blogspot.com/
Gracias Lexi.

Es que no se trata del Face, sino de estar, con los afectos, con los amores. Con las amoras, sería…





Y ahí está ella, mi amiga colombiana, la que vive en Holanda, Alga!
Alga, menos mal que tengo la certeza de que siempre estás, que me leerás, aunque no tengas ni Face, ni blog, ni mail, ni ná.

Y recuerdo que un día nos peleamos porque te negabas a incorporar a tu vida el contestador automático, y vivíamos juntas! Y me querías dejar ahí, en el abismo de la incomunicación! Y asegurabas con fuego ariano que si una quería comunicarse con alguien lo haría igual, sin contestador, ni teléfono, ni nada.
Alga creía en una suerte de telepatía!
Pero cedió! Y me permitió poner el aparato! Y encima en inglés! Idioma que no era el suyo. Fue guerra de fuegos! Nos quemamos. Y resucitamos.

Y volvimos a morir y renacer cada verano, desde hace años, compartiendo corazones y sangrando la risa.

Y hoy, Alga llegó al móvil, al mail, al Messenger, al Chat, con estrategias tecnológicas que te dejan boquiabierta.

Y Alga me leerá, me verá, aunque sea en otro mundo, fuera del cotidiano, donde sea.
Ahí está.
Sólo con una mirada.
Más allá.




Y la Maite.
Es mi amiga del presente, de hoy, de Europa, España, Catalunya, Barcelona.
Si te digo que te busqué, te esperé, te recé incluso para que llegues, te mueres.
De la emoción.
Así que mejor, ni lo digo.
Te encuentro, te veo, te presenteo, del presente contigo.

Esto es hoy, mujeres.

¿A quién le cuento mi cuento?

4 comentarios:

lexi dijo...

hermoso gaby esto me hace llorar!!!!

Unknown dijo...

SI ESTE ES TU CUENTO..COMO SERAN LOS CUENTOS!!!DE VERDAD QUE HAY ENCANTO,,ME LLEVA, ME TRAE,,Y ACA ESTOY PEGADA,,CON TANTAS COSAS POR HACER....

Lanusa dijo...

Te leo a borbotones, me encanta.
abrazo
Lanusa (nombre virtual)

Lanusa dijo...

Lo leo y lo leo y lloro cada vez, vah...me emociono. Desnudate màs seguido .
Abrazo
Lanusa