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viernes, 21 de diciembre de 2007

Adolescencia Tardía

El típico rol de la boluda rechazada o ignorada es algo que nunca viví, ni mucho menos me acostumbré. Pero parece ser que hoy me toca.

Qué palo! Nada peor que ser adolescente tardía!

En tercer año de la facu nos reíamos de la absurda clasificación, que encima era tema de examen. Estaba la adolescencia temprana, que por supuesto padecí en su momento, la media, que tenemos todos, y la tardía que es la que padezco actualmente.
En qué consiste?
Pues, en un ataque interminable de ansiedad por un desconocido, que, obvio, no te da bola.

Lo peor es que cuando viví mis adolescencia temprana y media, nunca tuve tales síntomas molestos.

O será que somos tan imbéciles como los machos argentinos siempre sostuvieron, mujeres diosas pero que sólo piensan espesamente en los hombres, en ustedes, dioses salvadores.
Fatal, mortal, el feminismo a la mierda, se me seca la garganta.

O será que tener un día libre después de meses de trabajo interminable, hace que las sinapsis neuronales queden poco aceitadas de tanto uso y que una se vuelva idiota, así, del golpe en seco. Entonces debe ser como los corredores de carreras, que tienen que empezar a frenar de a poco….y sino padecerás el síntoma de mujer imbécil, enamoradiza, pesada a muerte, y por lógica, despreciada por el macho acosado.
Desperdiciada.
Qué espanto sin remedio!

Aunque tener un divo, un dios, uno a quien admirar por su inteligencia, su humor, su maravilla literaria tiene que ser un regalo…Y aquél ser admirado, endiosado, existe? dónde está…?
Se lo cree, cree en que es fantástico de tanto escucharlo?
Cree que produce una sintomatología de adolescencia tardía patológica en sus lectoras?

Seguro que no, sería lo suyo….
Olvidarlo todo y estar demasiado ocupado en su creación sin importarle ningún tipo de rasgo psicopatológico ajeno, claro.

Te adoro,

LAS REDES

LAS REDES

EL SELLO DE LACRE

La búsqueda comenzó con un claro detonador: una carta cerrada con un sello de lacre rojo, casi húmedo. La veo asomar por un maldito buzón que nunca guarda misterios.
Me hielo entonces el culo en el escalón de mármol, mientras el papel medieval se resiste y mis hormonas inician una carrera sanguínea a gran velocidad.
El sobre estaba ilustrado con tonos pasteles e imágenes románticas, la carta, labrada en una cartulina color vainilla, contenía un poema que anunciaba, textual, te lo juro, y patéticamente real, lo siguiente:

“Tu gesto levantó la brisa que abrió mis alas,
y mientras se despliega suave el cielo,
tu caricia siento,
tu caricia llevo,
tu caricia aguarda.”

Mis ojos se dilataban por la incógnita cuando los riñones detenían la carrera aderenalínica. Una seguidilla, a lo Sherlock Holmes, de los diez tipos que estuvieron anoche en casa …pasó velozmente por mi cerebro…
La misión descarte duró segundos…
Quedaban dos.

César, un cubano asilado, adorable, inteligentísimo, convertía la esquela en una poesía erótica fantástica y con acento meloso caribeño. Me recordaba a Lázaro, la aventura caliente que reprimí cuando estuve en su isla….Qué pena!

Miquel era el otro. Convertía el poema en un acto de cursi, infantil, incomprensible, y sin finalidad alguna.

A los tres días de ansiosa espera, ya me había convencido de que era el cubano, el que me estaba invitando a recordar al negro sexy, con quien había danzado a lo porno durante las diez noches del Guanabo Club. Una disco llena de cubanos sin turistas que me transformó en cubanita total, asimilada hasta lo confundible, en un escenario de club de barrio, decorado con maravillosas diosas negras apretadas en lycra y plataformas…

- Perdoname que te haya dejado tantos mensajes, pero es que precisaba hablar con vos, ya !!!. –
Le dije. Como si de un trámite urgente se tratara.

- Hola, mi amor!!! Pero qué pasa, chica? Oye, que ocurre? Qué me quieres decir?
Responde él, con esa dulzura cubana que te derrite antes de que empieces a pensarlo.

¿¿¿Cómo se le pregunta a un hombre si te hizo una declaración, o si en realidad él no fue, sino otro ??? !!!

Ante mi pregunta, intentando sincronizar mi mejor acento cubano, lo grotesco de la paradoja ya estaba perfilado.
- Tu tienes por casualidad un sello de lacre?

- De esos antiguos??? Ojalá tuviera yo un sello de lacre!!!
- Porqué, tienes un admirador anónimo?
Exclamó, reprimiendo una sonrisa…que se veía del otro lado del móvil…..

Al otro día reíamos juntos abrazados por la calle, gracias a ese margen ambigüo que dan las diferencias culturales, salvándote de caer en el ridículo perfecto. Y con una estudiada capacidad de reírme de mí misma, todavía en sus brazos, con un último intento de seducción, posibilitado porque nuestros cuerpos seguían aún entrelazados, le suelto …
- Y bueno… Perdí un amante pero gané un amigo…-.
Ya con ira hacia el tarado de Miquel, que con su estúpida carta me hizo quedar en absurdo total…!!!

Cesar, además, a pesar de su eterna seducción, fue demostrando que adoraba hasta la admiración a mi marido, lo que le hizo organizar toda una suerte de actividades masculinas que dejaban a esta fémina descartada.

Estos sucesos me dejaron en la impotencia de un sábado a la noche sola, llorando en la ducha, con las manos en la cara roja.

EL SUCESO HASSAN

Saliendo de la ducha, más inundada por las lágrimas que por el agua calcárea de barcelona, decido dar fin a ese llanto miserable, inútil, lamentable…A dónde vas con semejante espectáculo? me decía a mí misma….En segundos, la guerrera tomó sus armas dispuesta a solucionar de inmediato ese desborde innecesario.

La mirada oscura punzante, una esfinge en la arena inamovible por siglos, una india clavada en su postura de cacique para enfrentar al demonio.
La batalla más dura ya había sido librada. La respuesta entraba en mi cabeza como voces del pasado apareciendo por un túnel…
- ”No puedes tratar a mis discípulas como putas, si quieres una, vete a buscarla a la estación de tren”…-
Stephanne me cuidaba como nunca un padre lo había hecho. Aunque no pudo impedirlo todo. Hassan, recién llegado de África, se comportaba como niño en fábrica de chocolate.
A mí, siempre, desde chica, me gustó ser la amiga de los peores, los desgraciados, los no queridos. Siempre tuve afición a esas uniones solidarias.

El caso es que Hassan era indefendible. Desde el principio nos hicimos amigos viendo que ninguno de los dos se adaptaba fácil al código europeo. Yo, llegaba de argentina, él, de un país árabe. Ambos dispuestos a pasar mes y medio en un campo de verano en Suiza.
Cuando llegué al hotel que nos albergaría en cuartos comunitarios, me pregunté:
-“Y esta gente dónde coge”?
Un mes y medio de abstinencia, desde ya, era impensable. Pero estaban, por suerte, las fiestas salvadoras.
Con Hassan entablamos una amistad basada en su desesperación.
Tratando de ver a cuál se quería coger, el hombre enloquecía, no podía elegir, las quería a todas. Terminamos detrás de una puerta a lo lejano oeste, en el baño de un bar suizo, con camareras vestidas de tirolesas, como propagandas de milka. Aunque los dos sólo veíamos los azulejos limpísimos que se adherían a mis manos, mientras equilibrábamos nuestras energías poco adaptadas a la moral reinante.
Después del feliz suceso del baño compartido, no me enteré por boca de Hassan, que había sido enviado a la estación de tren y que mi cuerpo lo tenía vedado. Pero en una fiesta, no pudo evitar desgarrar el bretel de mi vestido negro de charol, mientras una francesa celosa nos echaba, enfadadísima, del cuarto en que nos habíamos escondido.
Esa misma mujer llegó a pronunciar aquello inimaginable.
Yo, que venía de estudiar “El nacimiento de la tragedia” como la palma de mi mano, idolatrando lo dionisíaco frente a lo apolíneo como creencia incuestionable, tenía que escuchar a una francesa alta y pelada que me interpelaba directa, con convencida autoridad:
-Justamente estábamos hablando de ti.
Me dice en un español amanerado cuando entro en mi propia habitación.
- Pueden seguir, igual, yo no entiendo nada de francés.
Dije, en plan canchera porteña.
- No, precisamente quería hablarte. Te quería decir que tienes que controlar tu energía sexual!!!

Frase para mí, incomprensible, indescifrable…
Indigerible.
La moral francesa caía con todo su peso sobre mí y yo ni siquiera me daba cuenta.
Cultura para la que ser discreto, es la mayor virtud. Traduzco: podés hacer lo que quieras, pero que no se note.
Claro que esa clave no me la dieron el primer día…Yo seguía putaneando con mis shorts de jean rotos en el culo, re-natural para mí, re-escandaloso para ellas.
Pero, de verdad, que no entendía qué había que reprimir, ni porqué…
Solicito hablar con el maestro porque, de todos modos, algún esfuerzo de adaptación veía que era, más que necesario, recomendable.
Hasta mi forma de reír les resultaba rara.
Steph reduce la audiencia con él a una simple sentada en el pasto donde, así nomás, le suelto: - Vos crees que tengo que reprimir mi energía sexual?
Él, maestro hacía no mucho. Yo, veintiocho años. Calculo que para entonces él tendría unos cuarenta y cuatro…Harto de la rigidez europea, ya había dirigido dos campos de verano en argentina. El tipo, siempre muy libre, abierto, flexible, cansado de reglas fijas y estereotipos japoneses.
- Reprimir? No… Porqué?
Ufff…menos mal…
Las puertas para la próxima fiesta ya estaban abiertas! Fue lo primero que pensé.

Pero la advertencia de base se mantuvo a lo largo de los años cuando como monja antigua, soy yo la que no puedo arremeter hacia los discípulos novatos. Tenía una colección de gente prohibida desde antes de conocerlos, cubanos incluidos.
Pero había ahí, una prohibición y una permisión, que aparece como salida olvidada ante tanta lágrima.
El recuerdo del suceso Hassan dió pie a la idea de las prostitutas de la estación. Pero……siendo mujer…..
Cómo lo resolvía…….?

La duda…con la furia guerrera saliendo a la superficie….encontró rápido alivio: Internet….Ahí tiene que haber algo.

LA APARICIÓN DE ZEUS

Se presenta, de pronto, la pantalla como estación de tren capaz de llevarme a los destinos más lejanos. Pero yo, era tan inútil para embarcarme en ello como lo fui para entender la moral francesa con mis vaqueros mostrando un cachete del culo.

Me meto en terra, amigos, noche, y accedo así de rápido al mundo del chat, oculta bajo el nick de “morgana”, mi bruja favorita. Ni idea de cómo iba la cosa, empiezo a ver que aparecen tipos hablándome en ventanitas llamadas privados….y en el segundo renglón, sistemáticamente, me preguntaban si tenía msn. Qué??? Si tenía messenger….Chino básico descifrado en doce horas. A la otra noche, recuerdo que era un martes, y seguía en unos gloriosos días solitarios, ya me había instalado la prometida entrada al paraíso y ya había escuchado dos orgasmos pseudo infantiles con mi móvil. En cuarenta y ocho horas me volví experta en ciber-sex, aprendí los códigos, los pasos a seguir, las preguntas que hay que hacer y los medios más rápidos para calentarse y calentar a un desconocido. Ah! También creé criterios de selección para guardar a los más tiernos, listos y cultos.
En ese chat, apareció Zeus, el dios del Olimpo que me lo enseñó todo. Aunque luego supe, que era yo la que le enseñaría todo a él. Fue el primer enamoramiento cibernético, la primera noche, la primera imagen. Esa noche duró desde las nueve hasta las ocho de la mañana del otro día. Fue un desborde sexual interminable, con la pija sujetada en sus dos manos, mostrando en la cam un largo admirable.

Cuarenta y ocho horas atrás hubiera sido imposible imaginar un botón estratégico que me diera amantes, pijas, hombres, voces, orgasmos, amores… para elegir, en todos los países, idiomas, edades.

Elige… A ver… Qué prefieres?
Decía burlándose la estación de tren más moderna del mundo.


TAXIDRIVER

Había dos variantes de trenes, el de lujo, con sus hombres presentándose con traje a rayas y currículum vitae, o la del pueblo, con las cholas y sus gallinas, los apretujones, las sudadas y los gritos. Allí, las palabras “morbo” y “vicio” aparecían más seguido que cartel de prohibido fumar en estación de metro. Qué palabras! Cómo, se puede mantener cierto estilo autodenominándose “morboso” ? Estas diferencias había que solventarlas rápidamente si una quería jugar al juego con los dos trenes.
Aunque ésta resultó ser la fachada. Luego, aparecieron todos los monstruos embarcados por doquier.
Veamos los supuestos elegantes del “match.com”. La nulidad de la especie humana para auto describirse en su máxima expresión. Allí, la chatura del colono español en su enésima potencia era publicada, vanagloriada, puesta de manifiesto sin vergüenza.
¿Cómo?, me pregunto, una colección de seres puede autodefinirse en su primerísimo renglón como: “Amigo de mis amigos”.
No tiene nombre! Ni explicación alguna!
La educación hispana reducida a cenizas!
Vamos a ver…Si es, como aseguran, una frase hecha…Quién es el autor de esta insensatez ?! Cómo se puede repetir como un loro cualquier cosa ?!
O es que no aprendieron en la escuela lo que es una tautología ?
Y…probablemente, no.

Empecemos de vuelta.
Si un ser humano, por más bueno que sea, no es amigo de sus propios amigos…
De quién cuernos va a ser amigo? Me lo quieren explicar?.
Claro está que sus enemigos, por la propia definición del concepto, sus amigos no son. Vale. Ni tan siquiera los conocidos van a ser sus amigos, y muchísimo menos los que no conoce…!
Entonces, de quién carajo puede ser amigo sino es de sus propios amigos, elegidos por él mismo???!!!

Es como decir, cero más cero igual cero!!!
No! Qué va! Seguro que esta frase tiene consecuencias físicas, filosóficas y metafísicas, diez mil veces más interesantes que el catastrófico “amigo de mis amigos”….Como si te anunciaras... amante de tus amantes…esposa de tu marido….hija de tu madre….hermana de tus hermanos…la imbecilidad puede dar para mucho…
Aunque, porque no, amiga de tus maridos.…. amante de tus amigos…amiga de tus amantes……hermana de tu marido… Pero esa es la variación que los tautológicos no conocen.…

Ya tenía entonces, el primer criterio para descartar toneladas de candidatos apenas empezaban a asomar con la abominable frasecita.

Uno, por favor, uno sólo con imaginación, arte, algo!!!

Las alternativas se reducían hasta que el ingenio y sus garras mefistofélicas fueron haciéndose ver en la multitud…

Entra Robert de Niro, dejando estupefacta a cualquier cibernauta…todas sus caras, sus poses, sus labios…Sigue Al Pacino, con su prometida masculinidad…y su seguridad sensual que te deja embobada…engatusada…
El sexo opuesto y sus dos monumentos magistrales…!
La mafia italiana reaparecía en pleno cuando “Taxidriver” tecleaba atrevidas sugerencias. Él, como ellos, provocativo, astuto, bello…Guau…!!!

Yo, de espectadora obnubilada ante un hombre virtuoso…, podía esperar minutos larguísimos …a que …en su mortuoria oficina ciudadana…se pudiera hacer un hueco para desplegar su encanto.

ACHE

Taxidriver aparecía y desaparecía a la noche, tarde.
Estas relaciones, para perdurar, deben tener un inicio memorable que sostenga una nada basada en la imaginación.
Él, se mantenía mostrándose poco, pero sin desaparecer. Claro que en su debut desplegó el arte de la palabra dejándome, en media hora, boquiabierta.

La parafernalia porteña, con diversas posturas sexuales, dejaron sus marcas sobre las letras cuadradas. Mi idioma natal me acercaba, y me hacía gracia. Me costó entrar en ese lenguaje pasado, pero, para no ser tildada de extranjera en mi propia tierra, enganché el ritmo “lunfardo” lo más rápido que pude, aunque, adornado de españolismos y catalanismos que venían solos.

Un playboy Taxidriver!
De esos que pulsa un botón y cuando la dona que duerme a su lado esa mañana ya no tiene sentido, la expulsa como en las pelis hacia un sótano del que nunca más se supo. Y …si…de esos…
Ya le previne que ese no sería mi destino y que me iría mucho antes de ser eliminada. Él, adicto a cócteles de adrenalina, decía no soportar la repetición con mi género. O sea, al hombre le costaba acostarse dos veces con la misma mujer! Te lo puedes creer???
Investigando, descubrí que obviamente exageraba. Lo que le atraía, como a todos, era la novedad, sólo que él la practicaba como un militante encarnizado.

Si la repetición es la neurosis, este fan de la no repetición podía ser tomado como un ser…normal ???
O totalmente fuera de esta estructura psicopatológica tan popularizada ???

Lo cierto es que este humano pasaba sus tardes, para él, noches para mí, en un cuartucho pulguiento organizando recitales folklóricos, con una gira europea a la vista, que estimulaba su imaginación hacia el cóctel, conmigo, fatídico.

Taxidriver nunca se esfumó, aunque se mostraba poco…y en uno de esos diálogos confianzudos…me doy cuenta de que no estoy hablando con él…Yo veía a otro…

De quién era esa frase, esa voz imaginada, esa calentura guardada ???

El túnel del pasado circulaba por pasadizos con curvas peligrosas, inundadas, oscuras, resonando el eco de alguien …que sólo ví dos o tres veces….que posó su mirada atenta en mi figura danzante….que quiso acercar sus dedos a un cuerpo escurridizo…y sus labios quedaron vibrando por falta de contacto….

Un pasado tan confuso como olvidado…Taxidriver, me conducía por las cavernas imaginadas en que la mirada y la voz de un ser lejano insistían en cada recoveco…

En esas pausas de aire fresco y monótono que aporta la vida cotidiana, suena el móvil.

El ritual femenino de teñir canas incipientes me atrapa en el baño, ya secando un pelo joven y brilloso, con la alegría de la tarea cumplida y el fastidio de tener que repetirla.

Mi ex marido me dice que tiene a su lado a un viejo amigo. Aquí, la tautología es válida, amigo de un amigo, o amigo de un ex marido que es un amigo. Las combinaciones podrían ser diversas…aunque… no tanto.!

Él, suena brillante, feliz, siempre excitado, acelerado, dispuesto a atacar, morder, devorar, abrazar, arrasando con seducción descuidada…atropellando con emoción desbordada, y saliendo detrás de ella…ellas….cuáles?….todas???

Me dejó con el secador apagado en un peinado leonino…Mostré mis dientes frente a un espejo, con una sonrisa que anticipaba al mejor pasajero….

El reloj se detuvo …. se paralizó …

Ache, entraba, …mordisqueaba mi vida.

ACHE ME MATA

Al tercer día del flechazo erótico con Ache, ya habíamos pasado a la fase de conocimiento máximo, con presentación familiar incluída. Hasta a su esposa me mandó en fotos. Nos queríamos volver íntimos sin saber cómo.
Tuvo su correspondiente inicio memorable y una llamada me dejó revolcándome en un suelo de baldosas.

Ache, corría detrás de su vida, y sus momentos valían oro. Se desesperaba, iba y venía, pero seguía el juego con maestría declarando en su primera frase…”yo me quedaría conectado con vos hasta que me pidieras basta”…

Una mañana, en esos mails desaforados en que intentábamos resumir cachos de vida mientras nos arrancábamos la ropa, me sorprende con su tragedia desnuda. El ciber de los chinos, quedó petrificado cuando mis ojos lo inundaron todo. De pronto, dos ríos fluían por mis ventanas impidiendo la continuidad de la lectura.
Yo sabía que Ache había pasado un tiempo encerrado. Pero mi imaginación chocaba con las paredes que lo atraparon durante diez años infinitos …el horror de encontrar lo temido, lo que siempre supe, soñé…
Porque yo había armado una vida capaz de desarrollarse en dos metros por uno, con el yoga, y en uno por uno, con el zen. Años de disciplina para estar lista….Como Sarah O’Connor, en Terminator II, cuando entrena sus bíceps, encerrada entre camas de hierro, para estar preparada en su lucha contra lo inesperado…contra el fin del mundo…

Pero Ache, atravesó diez impensables años de soledad, encarcelado, y no quiero, o si…enterarme del resto…Ese resto que eliminó a mi padre en sus últimos días…meses….años….
El horror de lo tétrico se personificaba en un tipo alegre que se burlaba de su propia historia con ironía.
Ache, superaba el sufrimiento cubano con creces. Mis ríos de llanto en el ciber, no eran comparables a las lágrimas derramadas entre decenas de cervezas, el día que Cesar me cuenta su alianza a los escritores rebeldes, el artículo que los delata, su unión al hijo del che, a nuestro amigo Omar, su primo, su amor, que había sido confiscado a trabajos forzados en la otra punta de la isla, su ayuno que casi lo mata porque no quería vivir, su padre diplomático , el de César, que cede a negociar como figuritas su vida y la de su amigo querido…el auto verde persiguiéndolo en La Habana…como coche de milico en ensangrentadas calles porteñas….

Pero Ache, con sus pocas palabras y mis fantasmas carcelarios, superó a un Cesar salvado, arrancado de su patria….
Ache, con su felicidad actual y su pasado turbio, mezclaba tantas historias que me conmovía al extremo, entre la risa y el llanto.

Tanto lloré esa mañana con los chinos del ciber delante, que no sabía si mi encuentro con Ache me convendría. Él, tan feliz con su diario, donde trabaja...Y yo, con mis fantasmas carcelarios, como Hamlet con su calavera.

En medio del drama sheakespeareano, mi amiga, la guerrera lanzó su grito:
- Basta ya! Deja la bobada de una vez! Me dijo
La expresión colombiana le encajaba perfecto a esa india que detesta las lloricas…
Me subo entonces a una barca que promete un destino más sabio….

Acuso a Ache de preverso, sexópata insensible, bestia sin tacto y animal incurable, cuando me cuenta el día en que le propuso a su mujer volverse puta, de prostíbulo, por una semana! Tal cual!. Él, también había visitado el antro e hirvió escuchando como hombres, seleccionados por ella, de entre no quiero imaginar qué numero reducido, depositaban sus ridículas fantasías lechosas en las carnes de su mujer…

Después de haber escuchado estos relatos, mi amiga, la india guerrera, con expresión burlona trabajada a lo largo de los últimos años, transforma su rostro en preocupación maternal y me dice:

- Pero vos sos una mina de oro!
Con pena y amor en los ojos.
Digiere ese sentimiento que no se permite, y después de algunas horas, vuelve rearmada al ataque:
- Lo que tenés que hacer es transformar esa energía en otra cosa! Camina.! Vamos a buscar algo….!

Hacia el fin del intensivo de zen en la borgoña francesa, siempre doloroso para muchos, y pan comido para antigüas fortachonas como mi amiga la india y yo, le digo por lo bajo en una comida con vino de la zona….
- Ya está, lo maté!!! Le digo “game over” y listo…!!!

Pero con el desconcierto habitual que dejan los sabios y sus contradicciones, me exclama:
- Qué!!! Pero qué vas a hacer??? Si ese tipo debe ser super interesante!!!

Ache reaparece entonces con un estilo tan manso, que le duró lo que a un león devorar un trozo de churrasco.


ACHE ME DA VUELTA

“Rizitos de oro” me hinchó las pelotas desde el primer momento, cuando alejó a Ache del teléfono, apurándolo, arrastrándolo. Pero cuando se apareció delante de los chinos, saliendo de la pantalla con su cara de muñequita de porcelana, colmó mi paciencia.
Una Heidi malagueña, Rizitos. Creía aún en el príncipe azul, en el hombre casado que dejaría a su mujer por su cara bonita. Con su cutis sin pasado y sus ojos sin heridas, Rizitos, había vivido demasiado poco para llevárselo a Ache. Pero ella, casamentera como buena española, con su ingenuidad sexy, se creía todavía dueña del mundo. Aún negociaba con Ache cuando irrumpe plantándome cara.

Hasta entonces, los mails de Ache habían sido guardados bajo contraseñas secretas meticulosamente, uno a uno, pero Rizitos, sonriendo al lado de Ache, me revolvía el estómago. Presioné esa cruz roja que elimina toda huella en las dos caras aniñadas de Rizitos, y con una mezcla de educación feminista y orgullo adolescente, decido dar un paso atrás. En francés: “Reculer”.
Ese impulso que te impide declarar la guerra a tus congéneres femeninas, me hizo, conteniendo una furia dolida, decirle a Ache:
- “Quizás rizitos te dé el toque light que te hace falta…”

Al salir del ciber el cielo se me cayó encima, me mareé, casi vomito, por varios días tuve náuseas, creí que estaba embarazada de no sé quién…Mi tristeza, porque Rizitos me robaba a Ache iba en aumento. Llegué a casa, después de dar una clase con la voz triste. Todavía con la respiración agitada por las escaleras, respondo a un mail en que me contaba sus pajas sobre mi foto.
Tipeo…”Si me seguís hablando de tu amor por Rizitos, desaparezco”…
Ache me enfrentaba luego diciéndome que no lo amenace, yo, dolida, y sin haberme dado cuenta que lo había amenazado, no soporto la huella de Rizitos en mi memoria.
Nunca en mi vida, salvo cuando veía a mi ex alemán conversando amablemente con mujeres peligrosas, había sentido esos celos que desgarran las entrañas.

Ache desaparece cuatro tristes días en los que ni un domingo en lo de Cesar apaciguaron mi duelo. Ni su hermano balsero, casi devorado por tiburones del caribe y transformado en defensor del capitalismo, despejaron mi angustia.
“Trabajo asegurado día y noche, coche, casa, cobertura médica, eternas hipotecas, una semana de vacaciones en tres años…América te lo da todo…!!! ” publicitaba.
Pensé, y dije a este camionero de ojos verdes…

“ ¿¿¿ Y para que querés tenerlo todo si no podés vivir !!! ??? ”

A su hermano políglota se le caía la cara de vergüenza, mi marido francés lo escuchaba con horror, sin expresar nada, Hook, el perro ciego, se chocaba con las patas de la sillas…Y yo…retrocedía una vez más porque me venían a la mente las palabras para Ache…
El texto desesperado venía como dictado. Tanto, que en un margen de diario dominguero redactaba mi grito…
”Yo soy el toque que necesitas!!! La mujer a tu medida!!! ”
Ese fue el único mail que no mandé.

Al otro día bajé el diario y lo deposité en un cesto escondido…
- La medida que qué???…Que necesita quién???
A dónde vas con eso….??? Me dije otra vez.

Ya recompuesta, pero con esa dureza que deja el dolor, le digo a Ache que me voy…”Sólo te quedarán de mí, mis fotos. Que las disfrutes!.”

La reaparición de Ache apaciguó mi pena profunda. Lo más tranquilo, declaraba una febril ausencia y me decía, mostrando por primera vez cierta debilidad…
“Mi amor, recién llego al diario repuesto de una gripe
que me dejó fuera de circulación cuatro días.
Decime, por favor, que no es cierto…”

Su súplica esperada salvó mis días…Mi amor por Ache iba en aumento…y dejando todo principio, redacto en mayúsculas con todos los dedos moviéndose solos…”Acepto todo porque no puedo dejar de pensar en vos”.

Lo mío era de cuarta, me entregaba sin reparos a un Ache que somatizaba pero no se mostraba, que dialogaba poco, que perdía mis mensajes… pero me tejía una telaraña sutil que me mantenía atrapada con sus textos:
“Ay Vida, no sabés cómo celebro haberte recuperado
y que se te haya pasado el enojo.
Sigo contigo igual que el primer día.
Tengo más ganas de cogerte que nunca.”

Él, habituado a decirle “mi amor” a toda dama, me llamaba “mi vida” sin pudor, y yo, que había guardado esas maneras sólo para el marido actual, le soltaba “mi amor”, sin que él se lo creyera.

La moral de Taxidriver y su ética inventada, volvía a acercarme a Ache una vez más. Su hedonismo dictaba la sentencia:

“ Las relaciones por red, o por teléfono, no son
ni serán consideradas, bajo ningún concepto,
bajo el título de infidelidad ”.

Sostenida en una estadística mínima, como toda prédica frágil, aseguraba que una mamada virtual había llegado a ser superior a una real, lo que le había hecho cuidarse de ellas, de las virtuales, y no sé con que extraña cadena deductiva, aterrizaba en su ciber-mandamiento.
Disintiendo con las leyes del karma, Taxidriver, amaba una teoría salvaje. Derribaba en segundos los sutras ancestrales, del karma del pensamiento, la acción, y la palabra… Sólo la acción en carne y hueso sobrevivía el concepto de infidelidad, según él. La mentalidad internauta y su filosofía, quería contradecir siglos de sabiduría oriental…
Taxidriver, aportaba un concepto insostenible, pero muy práctico, que arrebata los ejes fijos de la rueda del karma, y barría años de inconsciente culpógeno.

Adopté su aporte como dogma cibernético, y con un click, le entregué a Ache mi espalda desnuda. Mi foto erótica lo dejó perplejo en una oficina llena de curiosos. Mi culo se posaba sobre sus manos cumpliendo la promesa de entregárselo todo.
El encuentro con Ache se inauguró con sus demandas,
“te quiero desnuda, vestida,
quiero que me cuentes esto, lo otro,
que me lo cuentes todo”.
Y yo, iba respondiendo paso a paso a un personaje perversamente dulce que desde hacía diez años había perdido.


Morgana

EL MUNDO SE DESHACE

Una niña en Acapulco, discutía con sus amigas sobre a qué discoteca irían, al no ponerse de acuerdo ella decide ir a la que le gustaba, sola….Pero no baila…Se aburre…y una desconocida, le pregunta …Quieres bailar conmigo…? Y la invita…dándole la mano…Ella duda…pero acepta y va…La otra comienza a rozarle sus pechos…disimuladamente…Ella se inquieta…y …finalmente en una danza la toma…de la cintura…la acerca…ella se encuentra excitada…la otra le pregunta si quiere ir con ella a un lugar más íntimo…Le parecía imposible que una mujer le haga, le diga, eso…Pero la alternativa de volver sola al hotel, mientras sus amigas se divertían y probablemente follaban, la ahogaba…O se iba con esta chica a ver qué le proponía…o se volvía a masturbarse a su habitación…No soportaba la segunda alternativa cuando todos estaban de fiesta…Y la desconocida, tenía una figura descomunal…Así que…acepta, con miedo, acompañarla…
El relato erótico de la chica de Acapulco y su iniciación con las mujeres…encontrado en una página de relatos “les”…es bestial…!!!
Internet me llenaba de mundos nuevos…Justo cuando mis amantes lejanos de la web me hacían entrar en estados desesperados… Decido buscar gente en barcelona, hombres,…curiosear con las mujeres…
Una, me hacía derretir…en su mundo lésbico…que me mojaba las bragas inmediatamente…Otro, me propone, sin creérselo mucho, un trío…
Aburrida como la chica del relato, yo, seguía todos los delirios…El del trío me cita en un bar, un ratito…me deja ardiendo…no me animo a salir sola, como la de Acapulco…de caza…me quedo tonteando en el chat…como una fiera enjaulada en su propia casa.…
El del trío me cita el sábado a la mañana otra vez, voy, quedamos para el lunes…Y yo, ya en llamas…casi decidida a imitar a la del cuento…me voy de caza al ciber…
El mundo de las discotecas no era el mío, y la vía virtual era más fácil, más familiar….Pero jamás esperé que la primera chica que encontrara…me proponga otro trío…esta vez con su pareja…todo muy claro, organizado, y para esa misma noche…Con mi nick de “diosa” hacía mis deseos realidad de una forma que me asustaba a mí misma…
Ellos no confiaban en que yo fuera una mujer, expertos en el tema, y con una dulzura que los caracterizó desde la primera letra, se disculpaban, pero querían verificar...Me hacía muchísima gracia que no creyeran en mi femineidad, que se me volcaba entre las piernas, y acepté todas las medidas de comprobación que me ponían…Yo pasaba mi aduana de mujer cuando ella , dulcísima…. me seducía infinitamente…esa mezcla de seguridad e ingenuidad la volvían una mujer única, la más deseada, mi primera mujer…! Nunca, jamás la olvidaré…! Desnuda en la ducha, en una foto, sin cara….me atrapó definitivamente…Ella, con su cuerpo, que luego confirmé suave y perfecto, me atraía hacia su casa, miraba horarios de trenes, y me aseguraba que todo iría muy de a poco …era tan tierna, niña y mujer al mismo tiempo…que desde el inicio del chat me sentí en su casa…me mimaba sin conocerme…Después de que me llamó y me escuchó, ya sabíamos ambas que esas voces se juntarían en un beso…pero…
Propongo…pensar…
Eran como las diez de la noche, casi, era una locura, viajar a otra ciudad, ir a la casa de desconocidos a meterme en su casa…Ella, con su suavidad,…me invitaba a dormir…me decía que tenían muchos cuartos…yo pensé…y si ellos duermen en su cama y yo sola ….me sentiré horrible…Ella me invitó a dormir con ellos sin dudarlo un segundo…era un ángel…perversamente preciosa…..combinaba todos los extremos con su pie erótico número treinta y cinco y sus curvas perfectas…sus labios , aún sin conocerlos , ya te invitaban a entrar en ellos…Un hada….
En el camino a mi casa, decido tranquilizarme, mi susto era mayor que el de la chica del cuento de Acapulco…Me quedaría en mi casa…
Aparecen en el chat, y yo, decidida a decirles que no….me voy enganchando con ella y sus dulzuras…hasta que aparece él…Enseguida me quiso hablar y también nos gustamos…la situación, tan clara para ellos, sin celos, calientes, tiernos, amándose y dispuestos a atraerme suavemente….
Me volvieron a atrapar…Él, tan divino como ella, me enrieda en sus renglones y ya nos íbamos alternando, se iba uno, venía el otro, estaban los dos, se chupaban y siempre uno seguía tipeando…con cierta ingenuidad…pero que permitía el lanzamiento hacia las zonas más calientes como un trampolín de aceite…El tren ya estaba perdido…y seguíamos deseándonos …Yo le decía a ella que no encontrarían esa misma noche a una mujer como yo…El me decía que me tome un taxi a cualquier precio…Yo le pregunto a cada uno por separado sobre la escena que más los calentó en encuentros similares…
La de ella, penetrar a una mujer con un vibrador de goma con arnés…Ella?! La niña tierna…decía eso? Era inconcebible…Yo, no tenía ni vibrador, jamás había visto uno de goma, y lo del arnés me parecía de un surrealismo…Ella, con total naturalidad, me decía que adoraba la sensación de poder, como la que tienen los hombres, de penetrar a una mujer…La sola escena me calentaba toda…cambiaba las dimensiones de mi cuerpo, me parecía imposible….absolutamente imposible…Pero ella lo describía con una ternura inimitable…
La escena de él: Me dice que a ella le encantaría y que sería, si la hacíamos, una sorpresa para ella…Correrse en nuestras caras…y derramar su leche en mi boca para que yo se la pase…en un beso, a la boca de ella…..El también pintaba todo con ternura masculina, naturalidad…y derramaba un amor …que ya te veías en la escena cumpliendo los deseos de él y de ella, que se mezclaban….Siempre se mezclaban ellos…
Me pregunta, ya no se quién…Sí. El. Pregunta por mi fantasía….Hirviendo como estaba y sin haberlo experimentado, como ellos, decía que si cada uno me chupaba, comía, devoraba, cada una de mis tetas…que se endurecían arriba del teclado y pedían a gritos que lo hagan….le decía que si hacían eso, yo, ya moriría…Eso lo haremos seguro, afirmó él rapidísimo y propuse entonces, encontrarnos al otro día…Ellos no paraban de insistir que fuera en ese momento…mientras empezaban a follarse…
Pero al otro día, aumentó el deseo de forma descomunal…
Me fui a dormir enloquecida, me desperté deseando llegar, organicé mil trenes que perdí…cambiaba los horarios, la ropa, estaba aún como la chica de Acapulco antes de levantarse de su silla. Pero, aún así, conseguí salir de casa…llegar a la estación…esperar…y subirme al tren…en que viajaría a encontrar a mi pareja querida…de la que sólo tenía cuerpos pero no caras…voces pero no tacto…letras, pero no sabía cómo eran sus bocas…

En el tren, nerviosísima, y sin haber comido ni bebido desde el momento en que ellos entraron en el chat,…me tomé, al fin, una cerveza. El plan era ir de tapas, o algo así, para conocernos primero…Yo, no sé porque, ni dudaba de que me gustarían…Lo único que me importaba era que tuvieran lindas bocas, besables, comibles, suaves, relajadas…con buenos labios…tibios…y claro, que me gustaran…pero eso….para mí, era obvio…ya sabía que me gustarían.

Los ojos de él devoraban cada milímetro de las escenas, verdes, encendidos, que, como ella, iba de a poco, aunque atacaba más, quería más…Comía todo con su mirada …y en un momento de intimidad, y sin saber si ese tipo de comentarios estaban permitidos, le digo que tiene unos ojos muy lindos, que no me lo habían dicho. Él, me devuelve el piropo, diciéndome que yo también y preguntándome si me lo habían dicho antes…Ella interrumpió con su cuerpo de hada…y mi mano en sus hombros y en su espalda alcanzó para descubrir una piel suave como la seda que hace que todo tacto se deslice y termine en sus nalgas perfectas…en su cadera con huesos …con un culo tan fantástico que mi mano quedaba pegada…adherida…Invitaba, también, a continuar el desliz, descendiendo, abriendo, permitiendo descubrir sus agujeros…Sus gemidos constantes me mareaban, transformaban mi cerebro en un remolino…esos gemidos suaves, eternos, femeninos, permanentes…su cara de placer sonoro podía producirme infinitos orgasmos…y el gemido de él, inolvidable, cuando nos pidió que nos acostemos boca arriba juntando nuestras cabezas…Sin palabras, nos llevó a la foto que él quería mirar…Nuestras cabezas en el ángulo perfecto, él en el medio arrodillado, decidido a mojarnos con su leche, lo chupamos juntas, nos besamos, nos acostamos…él nos mira y su gemido, inundándonos, se vuelve largo, fuerte, un goce profundo, grave, desgarrador, de una masculinidad desde adentro del cuerpo…contagioso…nos derretíamos los tres…mezclados…
Excitación en estéreo…continuada…infinita…imposible de ordenar….de terminar….

Los ví antes de bajar del tren, ella, como me dijo, con pantalón rosa, y yo, con mi vestido naranja. Entramos en el auto y yo miraba esos cuerpos…
Fuimos a un bar, nos contamos alguna cosa….intentaba mirar esos labios verificando si eran comibles….pero tenía miedo de devorarlos de una forma tan evidente con mi mirada…Eran una pareja…no sabía cómo hacer…a cuál mirar…ese cuerpito de mujer que en un rato se acostaría conmigo.. seguía siendo increíble, lo primero que le ví fueron los hombros que ya me ablandaron con su redondez…sensación para mí desconocida…casi nunca había mirado a una mujer con deseo sexual….cuando entró al auto podía mirarle el culo…pero me reprimí, casi, cómo le iba a mirar el culo así a una mujer …que en poco tiempo, igual , estaría conmigo. Ni eso me había permitido…En el bar, no supe si podía seducir o no, trataba de ser neutra, no perdía de vista que era un plan de ellos, todo organizado como un city tour…Y yo , una especie de objeto de lujo , que era depositado , cuidadosamente, en su casa, siguiendo el trámite pertinente del conocimiento previo…Bebimos un poco y él con un arte casi disimulado , me decía -Vamos entonces? Eso quería decir , si nos habíamos gustado y si estábamos listos para lo que venía…O algo así…Si…dije…
En la casa, evidentemente, continuaba cierto trámite previo, de beber algo. Aparece un milímetro de porro abandonado que nadie sabía como armar, y yo desarrollo mis viejas habilidades, recuerdo a mis maridos e intento hacer algo digno con ese regalito holandés que no prometía gran cosa, aunque ayudó mínimamente …Tener algo entre las manos …ya iba bien…
Hasta que abruptamente, con tres porros sin armar, ella decide mostrarme la casa…Bueno…Parecíamos agentes inmobiliarios visitando unas habitaciones impecables…toda la casa relucía con poca vida…nada estaba fuera de lugar, excepto los porros que yo dejé desparramados sin hacer. Ni una cucharita, nada.. Nos complementábamos bien…mi casa sigue, desde entonces, como una ciudad en postguerra…todo explotó sin solución, con bragas, ropa, zapatos, carteras, platos, tazas, papeles, libros, música….Todo habitándolo todo…
Cuando llegamos a la habitación que…me …nos …tenían preparada, ella me explicó que iríamos allí porque en el cuarto de ellos los vecinos escuchaban todo….Eso seguía en plan inmobiliario…volvimos al salón…y yo dije, en broma, ahora me toca sacarme los zapatos, no? Pensando que todo tardaría…El, de pronto, dijo, Vamos?…todo iba por códigos que yo intentaba seguir…Fuimos al cuarto ese…
Ella dijo –Yo me voy a dar una ducha, ya os podéis ir desvistiendo -
Creo que fue el discurso más impresionante de mi vida dicho por la voz más suave e ingenua jamás escuchada….!!!
Como Belle de Jour, o puta de lujo en su primer día, lo miré a él a ver que hacía. Yo, sentada en la cama, él, de pie, se sacó la camiseta, y yo le dije si me podía dar un beso…Ahí empezamos…Dulce y sensualmente, me fue desvistiendo…Yo iba tranquila, hasta ahí todo era bastante familiar, salvo, apretarme a un hombre con su propia mujer en la misma casa y la puerta abierta, pero enseguida me olvidé de ella…Hasta que, después de una ducha super rápida, apareció…Caminaba volando y ni la escuché…sonriente acercó su boca a la mía y torpemente nos chocamos…No sabía yo si mirar, no podía, cerré los ojos…y …que sea lo que sea…Lo importante era esa sonrisa que aceptaba que yo estaba con su marido…Cuando le dí el primer beso a ella, mi primera mujer…el mundo se derritió! Ahí todo empezó a transcurrir en otra esfera. Húmeda, ni sólida ni líquida…Creo que morí por tocar todo ese cuerpo que se mezclaba con el mío y la chupe toda de golpe…quería devorar como nunca lo quise todo el cuerpo entero, de la cabeza a los pies, le comí el coño con desesperación, en mi vida sentí tanto placer de dar placer y descubrir esa concha, como la mía, pero tan diferente, mirarla, poner mis dedos, escucharla…Sentirlo a él embelesado, excitado, emocionado …no sabía a cuál chupar, si dejarme chupar…todo venía sólo como una danza relajada…
Y él, encantadoramente, en cada mini pausa, nos preguntaba si estábamos bien….primero a mí, a ella, yo a él…Todos sonreíamos , decíamos que sí , y casi sin decir nada , seguíamos derritiéndonos en el cuerpo de los otros. Nunca sabías donde estaba el otro y todo te aparecía con sorpresas permanentes….Era eso de una excitación infinita…Cuando me quedé con él… tenía confianza …conocía a los hombres y eso era más fácil…hasta que ella…dónde estaba…? ruidos…una bolsa …yo no quería mirar….mi hada perversa me metería no sé qué…y siento un consolador gomoso…genial …en mi concha…ya vibrando…no lo podía creer, no me animaba a mirar…ella va entrando….miro y la veo con su arnés…y un vibrador gigantesco…cierro los ojos impresionada y me dejo hacer…todo se mezclaba…me hizo acabar…doler…salió…No sé cuándo, me preguntó con su dulzura característica si yo quería ponérmelo…Cuando lo ví , aluciné…,era recontra gigantesco…y no me animé …La penetré con el vibrador agarrándolo con mi mano y ella gemía como una diosa…El, entre nosotras, nos seguía devorando con su boca y su mirada…que se hundió en la escena cuando él se retiro unos milímetros … Yo, sobre ella me rozaba en su concha, una sobre la otra al borde del orgasmo, era una película de una belleza que sólo él pudo disfrutar…Ella, por primera vez en su vida, comió el coño de una mujer y su marido disfrutaba, gozaba…al verla entrar con su lengua adentro mío…Nos seguíamos mezclando y yo cabalgándolo, ahora, encima de él , sentía las tetas de ella en mi espalda mientras ella me besaba y me abrazaba agarrando las mías….También hice eso cuando ella lo montó a él…Me gustaba verlos coger, para mi sorpresa, y meter mis manos entre ellos, y besarla a ella mientras disfrutaba de su marido adentro de su cuerpo…También ella gozaba viendo cómo él me penetraba, ella me besaba y disfrutaba…como loca…Las escenas fueron tantísimas que ya no sé si fue verdad…En el salón, solas, tímidamente, ella me preguntó si me gustó…y la abracé fuerte, y le dije que me había encantado…que para mí lo nuevo era ella…Y el estéreo del sexo de a tres, que invadió mis noches posteriores transformándolo todo…Pero sólo podía imaginarlos juntos, en tandem, a los dos, los quería a ambos, a él, a ella, me sentía fiel a la pareja y me daba, casi vergüenza, hablar con uno sin el otro…
Me tocó ducharme….vestirme…me llevaron al tren, y nos despedimos con besos en las mejillas…Al segundo pensé …cómo no nos dimos un beso…? Hasta que me acordé que, quizás, en un pueblo…no podía besarlos ahí, delante del mundo…a uno y a la otra…mientras se tomaban tiernamente de la mano…

Spielberg no expresa

Spielberg no expresa

Ya no existían aparatos para esconder su sonrisa burlona, pero él, los seguía encontrando.
El ordenador fue la pantalla perfecta para ocultar sus gestos, reducidos a colores faciales, que sólo en contadas ocasiones transformaron su bronceado en un rojo diferente, avergonzado, ajustado…los colores ascendían como mercurio en termómetro y ese era el signo de que lo que había oído, había llegado a algún sitio.
Rodeada de tantos representantes de parques nacionales, él, no se me podía acercar, apenas hablar o sonreír. Siempre algún guardabosques controlaba movimientos, discursos, y, sobre todo, el nivel de la complicidad irónica, desglosada en la intimidad de una nada… dada por diez segundos…
¿Qué hacía yo en la sala de ordenadores, mientras él, se fanatizaba con un guión que apenas compartía…?
Cada vez, los huecos para estar a su lado, mientras él elaboraba su película, eran más extensos…
Yo tampoco lo miraba mucho, pero hablaba en su idioma, como si no dijera nada, lanzando mensajes inesperados. ..
Una noche, despidiéndome, lo miré a ver si me miraba, y descubrí sus ojos celestes brillando como diamantes, espiándome…
Justo antes de irse, Spielberg, se encontró desarmado, sin pantalla, ni cámara, ni trípode, ni tele, ni vídeo, a la hora de la siesta, en un bosque silencioso lleno de ecos, dispuesto a escuchar atentamente el capítulo sobre Ana…
- “Si pudiste traducir durante un mes, podés traducir esto, seguro…!”-. El relato erótico nunca había sido incluido en mi discurso francófono e intenté explicar, comentar… -“No vas a leer todo el cuento haciendo comentarios!”- Señaló.
Intenté traducir sin comentar y sin pensar en lo que iba a continuar leyendo…como una tarea neutra, profesional…En esos términos todo era posible con Spielberg…Él, siempre extravagante, escondido, …me había empezado a producir curiosidad, como un insecto lleno de avidez que se pasea por mis entrañas dando aire inolvidable al rodeo del arácnido…
Le leía la historia de Ana mientras sus colores subían y bajaban por un rostro despejado…Los dos, en el bosque vacío, como seres normales, sin jerarquías, ni roles sociales, ni controles…Declaró, con tono cinéfilo, que el relato estaba lleno de imágenes y que yo era una chica almodóvar …
Se levantó y nos fuimos, con esa neutralidad francesa que permite cortar y transformar cualquier situación sin dar matices…
Horas más tarde, él, ya se iba…Yo sabía que se iría ese día, pero no me quería acordar…
Apareció en medio de un brindis con champagne, vestido con una camisa negra que le quedaba perfecta…Al darme cuenta que se estaba yendo, inmediatamente me llené de una tristeza que me duró largas horas…Y dejando cualquier tipo de precaución, le pregunté si podía ir a despedirlo hasta su coche…
Cuando terminó la formalidad, emocionante, de saludar a las tantísimas personas con las que, aún sin quererlo, había tenido que convivir durante cuatro semanas, sutilmente, bajamos las escaleras que iban a la piscina. Ahí estaba su batimóvil. Y también, un italiano muy joven, adinerado, medio cocainómano, demasiado encorvado. En un auto último modelo presumía de su modernísima pantalla, explicando el recorrido que llevaría a Spielberg al festival de cine de Venecia.
Él y su vida de soltero, los canales de la ciudad de las máscaras, el descapotable vibrando con música tecno cantada por gemidos de mujeres árabes, las prometidas fiestas en parís donde lo visitaría…y mi pena profunda…
Sin calcular nada, como cada vez que me emociono, lo abracé fuerte y le dije que me entristecía que se fuera….Él me alzó y se emocionó también…
Me aconsejó que me porte bien….y soltando el abrazo lo miré y le dije –“ Si soy una buena chica…no ves que no hago nada…”- Y lo saludé con la mano, aún vestida de kimono, desde lo alto de la escalera.

aNa nO dUERMe

ANA NO DUERME

Ella me tomó de la mano en la pista de baile, y me pidió que la acompañe al baño.
Alguien había dicho que “todo o nada” es lo mismo, que un monje o una puta es igual…Una monja y un prostituto también?
La imaginación bailaba entre los sexos cuando Ana me arrastraba al baño iluminado de la discoteca.
Ella, pura risa, transparente, decidida como si tuviera una alfombra roja a sus pies…proponía sus asombrosas ideas con descaro…
Me pidió que le describa mi vestido gris, ajustado, de geisha, con flores de cerezo….,el de ella, negro, muy cortito, con breteles…el mío se ataba al cuello…
El plan era que le pinte sus labios gruesos, carnosos. Yo, haciendo alarde de mis dotes de maquilladora teatral, me concentraba en sus contornos…Ella dice guiándome…- Ahora me toca a mí…
Habíamos quedado en que yo le enseñaría a ser mujer y ella a estar con una mujer…
Mientras pinta mis labios me pregunta si alguna vez me habían mirado las tetas de esa manera…El lápiz rodó por la pileta de mármol. Nos olvidamos dónde estábamos y me desató el nudo de mi cuello…

Con delicadeza femenina me llevó a un baño pequeño, me invitó a subir al water como si fuera un estrado, bajó mi vestido…Yo me tomo de un caño acrobático que aparece en el techo y desnuda ya, me voy derritiendo con su boca entre mis piernas…Cuando de pronto, Ana interrumpe porque me tiene que decir algo…
En llamas, con los ojos verdes y su piel muy blanca, me confiesa…Soy travesti.

Quedé ardiendo inmóvil, sin saber si me correspondía esa sensación engañosa de los argentinos en brasil, cayendo en las marañas de las drag queens…
El sentimiento no era mío…y encontrar una penetración en lugar de una extraña fosa cavernosa…me parecía también, interesante…

Ana, con su voz sensualmente masculina me prometía un polvo sagrado, sonoro, auditivo, con mis gemidos de mujer que la enloquecían a través de las ondas sonoras del aire…
Ella lo tenía todo. Ella, todo, él…
Moría por verla pero no estaba.
Ana quería jugar. Con su movimiento sexy seguía escurriéndose entre las redes.
Y revolcándose, sola, en la alfombra, buscaba su sombra, sin soltar su identidad.